martes, noviembre 11, 2008

Conectados al mundo desde la Selva Amazónica

Del aeropuerto de la Shell, provincia Pastaza, luego de un vuelo espectacular de aproximadamente 25 minutos en la avioneta de la empresa “Alas de esperanza” - Fundación Amazónica, aterrisamos en la comunidad de Pacayacu. Estuvimos en la mitad de nuestro destino, para continuar el camino, abordamos una canoa a motor y río abajo zarpamos al mando de dos hábiles compañeros, quienes sabían exactamente por donde navegar esquivando todo obstáculo y la intensidad del caudal en cada tramo que transitaba.


En la tranquila y silenciosa selva, el ruido del motor atraía a lugareños hacia la orilla para saber quien venía o al menos para saludar a los que pasabamos; a lo largo del tramo nos encontramos con viajeros en canoas, unos como motor u otras impulsadas por remos, que circulaban en el río como por una autopista de las grandes metrópolis, claro aquí las señales y normas de conducción son propia y específicas que se deben conocerlas y respetarse, y el mínimo error el caudaloso río no las perdona la vida de sus viajeros. Había transcurrido casi dos 2 horas y el motorista nos anuncio que llegamos a la comunidad de Sarayaku, comunidad que nos acogerá al menos por el resto de esta semana.


Hemos utilizado el único medio de transporte que existe en esta zona que no conoce de vías carrosables ni del servicio de eléctrico, mi celular había salido del área de cobertura y por tanto estaba “aislado” sin comunicación. Entre mis cosas de viaje venia mi inseparable Laptop HP con información que compartiría con los estudiantes de licenciatura en Pedagogía Intercultural Bilingüe a través del proyecto “Yachay” y la Universidad de Cuenca.


Ya en la comunidad, la extensión universitaria funciona en los predios de la comunidad, en construcciones de arquitectura tradicional del medio con pertinencia cultural propia. La construcción dispone de aulas funcionales y académicas, zona de alimentación, baterías sanitarias y el centro de tecnologías. Lo novedoso en lugar es mirar un sinnúmero de panales solares instalados, que se confunden con la frondosa vegetación de la zona que suministran energía para la iluminación del área en la noche y, por ende para el funcionamiento de los equipos tecnológicos instalados. El compañero Holger Cisneros nos recibe en el centro de cómputo, lugar en la que se encuentran varios estudiantes universitarios trabajando en computadoras portátiles sus tareas académicas en contacto permanente con sus tutores de la universidad a través del email y la internet; La conectividad en el lugar es adquirido a través de la antena satelital instalada en la zona.


Mis emociones no se dejaron esperar al mirar la tecnología al servicio de la comunidad en otro estilo, desenfundé la laptop HP y lo puse a buscar señal en la WLAN del área educativa, para de inmediato abrir mi blogger y compartir mis experiencias especialmente con usted. Seguiremos comentando el avance del trabajo en Sarayaku, por el momento solo me tome unos minutos para comentar las bondades de la tecnología en la Selva Ecuatoriana.


Fuente: Comunidad Sarayaku, dineib, Universidad de Cuenca